sábado, 13 de febrero de 2010

LA CARA OCULTA DEL TERREMOTO DE HAITÍ


Haití, es el único país del mundo consagrado al demonio. En 1791 Haití se consagró al demonio por 200 años y fue el primer país americano en obtener la independencia. En el 2005, fue nuevamente consagrado al demonio por otros 200 años.

El 12 de enero de 2010, a las 16:53 hora local, Haití sufrió un devastador terremoto de 7,0 grados, con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, su capital.

Este es un excelente análisis que nos envía Hernando Rojas y Rojas desde Salamanca, a través del padre Andres García Torres que comparte sus conceptos, donde expresa que nada es casual, y que las desastrosas condiciones de vida de Haití, hay que buscarlas en la opción tomada a favor del mal, sobre cuyas consecuencias la Biblia muestra muchos ejemplos.

Los Foros de la Virgen María piden a sus lectores solidaridad activa con el pueblo haitiano y oración por los muertos y por sus familiares que sufren.

Una vez llegadas las noticias del terrible terremoto de grado 7 en la escala de Richter, ocurrido en la antigua Isla de la Española, (nombre dado por Cristóbal Colón a lo que actualmente corresponde a Haití y la República Dominicana), me viene a la memoria una imagen fotográfica que representa fielmente su triste y desgraciada realidad: la pobreza, la esclavitud, el hambre, la plaga del Sida,(de allí partió el sida hacia los EEUU y resto del mundo) el azote de los 3 huracanes acaecidos en 2008: IKE, GUSTAV y HANNA que dejaron a su paso un millar de muertos, inundaciones y tormentas catastróficas.

Haití es un país que social y políticamente, vive un gran desequilibrio, con un cumulo de golpes de estado (alrededor de 30), dictadores asesinos y practicantes del vudú como fue Francoise Duvalier y su hijo, corrupciones, analfabetismo, etc.

En el ámbito ecológico, sufre una gran deforestación con graves consecuencias en el equilibrio medioambiental, fruto de la tala indiscriminada que sufren los bosques, como último recurso de sus habitantes para utilizarlo como combustible.

Socialmente, Haití se parece a un enorme puzle, con piezas rotas, descoloridas, desgastadas, y muchas que faltan simplemente porque no existen: son los grandes suburbios, donde las bandas armadas se enfrentan unas con otras, se compran armas fácilmente en cualquier mercado a precios bajos, conviven codo con codo con los “niños de la calle” fruto de los huérfanos que nunca han conocido a sus padres, se reporta la existencia, solo en Puerto Príncipe de aproximadamente 5000 niños de la calle, muchos de ellos hijos de padres fallecidos de sida y contagiados de esta terrible enfermedad, la desnutrición de estos niños se detecta hasta un 3º grado, siendo ya una desnutrición crónica.

La malaria y la fiebre tifoidea, son otras plagas endémicas del país que se ceban en estos inocentes. El 80% de los niños que nacen en Haití, no sabe quién es su padre.

Haití, el país más pobre de toda América Latina, y uno de los países más pobres del globo; todo el mundo se pregunta a que se debe tanta desgracia, no podemos echarle la culpa a los conquistadores españoles, ni a los colonos franceses, ni tampoco a los EEUU, pues a pesar de ser la primera colonia europea en obtener la independencia, desde entonces lleva los no pocos 200 años de una terrible maldición, que subyace en las profundidades del satanismo y la magia negra como segura causa primigenia.

Resulta poco ético la comparación con otro país que comparte la misma isla, pero la historia se escribe con los hechos de los hombres, me refiero a la República Dominicana, quién sin ser un país rico como los EEUU, Canadá, o la UE, se vive digna y prósperamente, siendo sitio de frecuentes visitas turísticas de muchos países del mundo.

LA TRISTE HISTORIA DE HAITÍ

La historia de Haití, es una historia “interesante” desde el punto de vista religioso-antropológico, y digo interesante porque poca gente sabe que es el único país del atlas que fue consagrado explícitamente al Demonio, y donde se le sigue rindiendo culto a él y a sus huestes satánica en las diversas modalidades del Vudú y la Santería.

El Vudú, religión animista fue oficialmente reconocida por el Gobierno como elemento propio de su idiosincrasia nacional. Fué en abril de 2003 cuando el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide (ex-sacerdote católico que llegó al poder como el primer presidente de la democracia), autorizó la práctica del VUDÚ para que fuera reconocida oficialmente en paralelo a la Católica.

La población mayoritariamente es negra: esclavos: traídos por cientos de hombres y mujeres desde las costas occidentales de África, (Togo, Benin, Ghana y Nigeria)

La Isla se transformó en la principal colonia francesa y posiblemente la más rica colonia europea, debido al cultivo y comercio de azúcar, café, maderas, tabaco, etc.

Como dato característico, hay que resaltar qué toda esta población africana, trajo además de sus costumbres étnicas algo sumamente importante para su desgracia, su religión: EL VUDÚ o Voodoo y sus variantes: Candomblé, Lukumbi, Umbanda, culto Shangó, Palo Mayombé, Obeah o la Santería, esta última fusionada con la religión católica, que enmascara las prohibiciones que en siglos pasados tenían al no poder practicar sus sangrientos ritos, ante la religión católica, autorizada y practicada por sus amos.

¿QUÉ ES EL VUDÚ?

Vudú es la deformación de la palabra “vadoux”, referida a un ídolo en forma de serpiente (zoolatría) adorado en África como un oráculo, dentro de su jaula, no como una divinidad en sí, sino como una representación de un principio de carácter divino..

En la religión Vudú, se cree en la vida después de la muerte, y en la existencia de una serie de jerarquías espirituales malignas o benignas llamadas “Loas”(demonios) que interfieren en el mundo terrenal gracias a la mediación de un hierofante (sacerdote de ritos ocultos y misteriosos) llamado houngan, quien puede conseguir curaciones, obtener ciertos secretos y tener poder sobre la naturaleza, esto en el caso del hombre, pues la mujer si es apta también puede representar este papel, se la llama mambo.

Los rituales vudú por lo general son muy complejos: hay varias deidades, ocurren multitudinarias posesiones demoniacas, brutales orgías sexuales, sacrificios rituales con derramamiento de sangre de gallinas o cabras, danzas frenéticas acompañadas de fuertes ruidos de tambores, bajo el consumo de ron y tabaco que terminan en varios “éxtasis”, se cree que los muertos caminan y danzan al mismo tiempo que ellos. Los posesos, entran en éxtasis cuando uno o varios Loas los “cabalgan” produciendo extrañas contorsiones y los ojos en blanco, es cuando el Loa habla a través del danzante (posesión diabólica).

Es habitual que en la práctica del vudú se consagre a los niños a estas deidades (Demonios), los niños a pesar de ser inocentes de los actos de los adultos, quedan esclavos de los espíritus malignos y debiendo obedecer todo lo que ellos les digan o de lo contrario los espíritus los asesinan. También se ofrecen bebes a los demonios, quemándolos vivos, esto en los siglos precedentes, en la actualidad no se reportan, pero puede que clandestinamente se realicen. Es muy difícil salir de esta religión, así cuando un miembro de la familia se arrepiente porque llega a conocer el mensaje del evangelio, la familia llega a ser un blanco perfecto como víctima de Satanás: enfermedades, ruina, muerte inexplicable de algún miembro, ropa destrozada antes de ir a la iglesia, accidentes, etc. Esta táctica del terror y del miedo que el Demonio utiliza surte sus efectos, la persona cede y vuelve atrás ante el temor de sufrir más maldiciones.

LA CONSAGRACIÓN DE HAITÍ AL DIABLO

Los primitiva población negra traída como esclavos desde África, sufrió toda clase de avatares propia de una acción deleznable e inhumana, me refiero a la esclavitud, esclavitud que fue propiciando un gran sufrimiento a este colectivo racial; abrumados ante la desesperanza y el dolor, deseando ser libres de sus opresores los amos blancos, de ver libre a su pueblo e independizarse como una nación libre y autónoma, recurrieron al pacto con Satanás, utilizando para ello los conocimientos ocultistas de la religión Vudú:
Corría el año del Señor de 1791, un 20 de agosto, cuando el poderoso sacerdote vudú (bokor), Boukman encabezó un alzamiento general para poner fin a la esclavitud de su pueblo en una ceremonia vudú en la población de Bois-Cayman, era esta una ceremonia “de pacto” con el Demonio, donde en nombre de todo el pueblo haitiano, consagraba su país Haití y sus moradores al Diablo con un pacto de compromiso por 200 años (consagración temporal) ofreciéndole adoración, a cambio pedían la liberación de los lazos opresores de sus amos los blancos franceses. Habría una señal que daría comienzo a la revolución, sería el fuego prendido a centenares de plantaciones de caña de azúcar y de molinos. Se iniciaba así un proceso revolucionario, cuyo principal líder fue Toussaint Louverture, esclavo negro que detuvo las masacres e hizo pactos entre negros y blancos, pero posteriormente fue capturado y deportado a Francia donde murió en 1803. El brujo o bokor Boukman, falleció en circunstancias extrañas el mismo año de 1791.

La revolución continuó bajo el liderazgo del también esclavo negro Jean Jacques Dessalines, (nombre perteneciente a su amo y que adoptó como propio) escapó de su amo a las montañas, reclutó otros esclavos sumados a su causa, y que escondidos en las recónditas montañas selváticas continuaban practicando sus ritos Vudú.

Un año después el 1º de Enero de 1804, J.J. Dessalines proclamó la independencia diciendo que el Acta de la Constitución debía de haberse escrito sobre el pergamino de la piel de un blanco, su calavera como tintero, y la bayoneta usada como pluma entintada con la sangre de los hacendados que se lucraron con la sangre de los suyos. Nacía así la 1ª República negra independiente donde se había logrado abolir la esclavitud. Jean Jacques Dessalines falleció 2 años mas tarde de la proclamación de independencia.

LAS DESGRACIADAS CONSECUENCIAS DE LA “CONSAGRACIÓN” DESDE HACE 206 AÑOS HASTA NUESTROS DÍAS

Curioso es para el observador de la historia, que al mismo tiempo que Haití obtenía la anhelada libertad, conseguida mediante la ayuda del demonio y su consagración en el año de 1804, comenzaba también una larga cadena de desgracias. Jean Jacques Dessaline se nombra Gobernador General y más tarde se autoproclama Emperador: Jacques I, pero solo pudo vivir unos pocos meses al caer asesinado violentamente. Nace entonces paralelamente, una era de calamidades naturales, sociales, políticas y económicas que no han tenido descanso hasta estos momentos en que ha ocurrido el terrible terremoto.

Al caer asesinado el “prócer independentista”, sufre el país la invasión norteamericana en 1915; posteriormente suben al poder 23 gobernantes desalmados y corruptos a cual más; quizás sea la saga sanguinaria de Francois Duvalier la más larga y la más sangrienta, duró desde 1957 hasta 1986, 30 largos años de grandes desajustes sociales. Es claramente notorio que Duvalier se autoproclamara practicante del Vudú. Ya en 1954 con la colaboración de Lorimer Denis, publicó una obra escrita denominada L’Evolution graduelle du vaudou (La evolución gradual del Vudú), libro de conocimientos y práctica de esta religión y que utilizó inteligentemente durante su mandato político, se llegan a contabilizar como víctimas de este sangriento dictador hasta 200.000 muertos.

Nada más tomar el poder, Francoise Duvalier (Papá Doc) nombró como Comandante en Jefe de su Milicia, al temido brujo bokor Zacharie Delva, reivindicando la religión Vudú como la religión oficial, funda una especie de policía esotérica de tientes parecidos a las SS hitlerianas, eran los llamados Voluntarios de la Seguridad Nacional (Los Tontons Macoutes) que sembraron de terror al país.

Entre el terror, el temor y la reverencia casi idolátrica que se le tenía a Duvalier, se llegaba a decir por sus calles: “El hombre habla pero no actúa, Dios actúa pero no habla, Duvalier es un Dios”.

En 1971, muere F. Duvalier y le sucede su hijo Jean Claude Duvalier, llevando al país a una decadencia más trágica aún que la de su padre, y permanece en el poder 29 años, hasta que es obligado a exiliarse en Francia.

Surgen en 1988 las primeras elecciones semi-democráticas, tras haberse promulgado la nueva Constitución, y resultando vencedor Leslie Manigat que luego es derrocado por un golpe de estado por el General Henry Namphy. Dos meses después toma el poder otro general, Proper Avril que se autoproclama presidente. Pocos meses después a raíz de fuertes protestas populares, Avril renuncia a su cargo, relevándole en él la magistrada de la Corte Suprema Ertha Pascal-Trouillot. A finales de 1990 y tras las primeras elecciones auténticamente democráticas resulta elegido Jean Bertrand Aristide, un sacerdote católico.

En Febrero de 1991, toma posesión Aristide pero es derrocado por un nuevo golpe de estado propiciado por el General Raoul Cedras en el mes de septiembre. La OEA interviene tomando la determinación de congelar todos los bienes del país en el exterior y declara un embargo comercial para obligar al gobierno a reinstalar a Aristide, al tiempo que la Cámara de diputados y el Senado ratifica como primer ministro a Jean Jacques Honoret.

En enero de 1992, Aristide en el exilio norteamericano acepta a René Theodore como primer ministro. Finalmente en julio se llega a un acuerdo con la ONU, de cumplir las resoluciones dictadas y se promueve la posesión del cargo al presidente legítimo Jean Bertrand Aristide que culmina su mandato en Febrero de 1996. En febrero de 1994, la comisión de derechos humanos de la ONU, estima que alrededor de 3000 personas han sido asesinadas a partir del golpe militar que había derrocado a Aristide al comienzo de su toma de posesión en 1991.

En el 2001, se presenta de nuevo a las elecciones Jean Bertrand Aristide y es nuevamente constituido presidente, hasta el año 2004 cuando nuevamente es forzado a exiliarse y deponer su cargo a favor de un gobierno interino, siendo presidente provisional Boniface Alexandre hasta el 14 de mayo de 2006. En 2006 es elegido René Préval, actual presidente.

LA OFICIALIZACIÓN DEL VUDÚ

Es obligatorio reseñar en cuanto al tema que nos atañe: Vudú-Satanismo-Haití, que después de la retirada de las tropas estadounidenses en 1935, el gobierno haitiano luchara para erradicar estas prácticas, imponiendo penas de prisión y multas dinerarias, pero todo ello consecuencia de la poderosa influencia que tenía EEUU en los años de intervención de sus marines.

La práctica del Vudú permaneció así inalterada hasta 1987, con la caída de J.C. Duvalier se redactó una nueva Constitución donde se reconocía el derecho a practicar cualquier religión, entendiéndose implícitamente que la práctica del vudú quedaba incluida en dicha libertad de culto, recogida en la SECCIÓN D, de la CONSTITUCION HAITIANA DE 1987, en su artículo 30: De la libertad de conciencia.

Sin embargo el Status legal como religión propiamente dicha, y expresamente firmado bajo declaración de ley, se obtuvo bajo la presidencia del ex-sacerdote católico Jean Bertrand Aristide el 7 de mayo de 2003. “Siempre fuimos la mayoría en Haití y nunca fue ilegal la práctica del vudú. Lo que el presidente Aristide hizo por nosotros, y por ello estamos agradecidos, fue hacer más fácil la obtención del status necesario para que las ceremonias religiosas tengan valor legal”, dijo la sacerdotisa Mambu Racine Sumbu, en entrevista concedida a la BBC.

Mambu es una sacerdotisa americana que está en Haití desde hace 15 años. Según ella, más del 90 por ciento de la población haitiana practica el vudú. Una definición popular dice que el 70% de los haitianos son católicos, 30% son protestantes, y 100% son seguidores del vudú.

En la práctica del vudú, se celebran dos veces al año, la llamada “fiesta de acción de gracias a sus ídolos, es decir a Satanás y los demonios.

RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN A SATANÁS, HECHA HACE 206 AÑOS

Transcurridos los 200 años concedidos por el Demonio al sacerdote bokor Baukman y sus seguidores revolucionarios, en el “pacto de sangre” donde el Ángel caído prometió su pronta liberación e independencia de las cadenas opresoras de los franceses, era de suma importancia para los sacerdotes del vudú, volver a consagrar al país a Satanás, tal y como lo hicieron sus predecesores en 1803.

Fue el 14 de agosto de 2004, cuando miles de cristianos haitianos se unieron en oración para reparar y desagraviar a Dios Nuestro Señor, a la vez que tratar de contrarrestar en el día nacional de la oración, la pronta ceremonia de pacto vudú que se iba a realizar bajo el respaldo del presidente Jean Bertrand Aristide. Este día los sacerdotes brujos vudú, guiarían a Haití a una re-consagración del pacto de sangre hecho con el demonio hacía 206 años atrás.

Jean Bertrand Aristide, hizo todo lo que pudo en cuanto a su ámbito de autoridad máxima del país, para sostener dicho pacto satánico; pues ya en abril de 2003, emitió una ley en la que se reconocía el vudú, como la religión oficial de Haití. Además pagó e hizo viajar a 400 practicantes de dicha religión desde el África occidental hasta la isla.

Esta noticia, que los grandes periódicos y cadenas de TV o de radio no difundieron, se ha conocido porque hubo cristianos que fueron enviados como espías al lugar donde se iba a celebrar el nuevo pacto de sangre por los brujos vudú en el mismo sitio del PACTO ORIGINAL de 1803, donde se intercambió el alma de Haití por la victoria sobre los franceses. Los espías reportaron que se habían traído multitud de animales (cerdos, cabritos y pollos) para hacer los sacrificios, pero (y esto se atribuye a la fuerza de la oración) de pronto surgió mucha confusión, discutían las personas y al final la gente se desbandó sin que se realizara el sacrificio sangriento. No obstante el fracaso anterior, no fue óbice para que se renovara este pacto satánico el 1º de enero de 2005, día nacional de la Independencia de Haití, y ¡¡ también por otros 200 años!!

Un dato curioso que no dejamos escapar del tintero: una de las zonas más devastadas por el terremoto ha sido el suburbio en Puerto Príncipe llamado “Carrefour”, que nadie piense que se trata de un barrio edificado con las ayudas de la gran cadena internacional francesa de supermercados, ojalá fuera así. Carrefour es el nombre de un demonio del vudú, se le considera el señor del inframundo, del lugar inferior de los muertos, la representación de la sombra y las tinieblas. Por cierto, el logotipo de los almacenes Carrefour, dicen algunos entendidos en misterios esotéricos que guarda curiosa analogía cuando se le representa girado 90º, con otro correspondiente a una sociedad secreta francesa, (El Priorato de Sión, secta aludida en la Obra masónica “El Código Da Vinci”).
Sin embargo no olvidemos que la destrucción del barrio Carrefour, está evaluada en un ¡90%!…. Sin palabras…CONCLUSIONES

Una vez conocida la trágica historia de Haiti, a nadie con sentido común, se le escapa la idea de que este país abandonó hace 206 años la gracia que Dios inherentemente regala a todos sus hijos que le reconocen como tal, y guardan sus mandamientos. El pueblo en masa, cambió la adoración de su Creador por la adoración a Satanás, echaron a Dios de sus corazones, no es que Dios los haya abandonado, sino que ellos abandonaron a Dios, para dejarse seducir por las atracciones de las artes maléficas del vudú, invocación de espíritus, práctica de magia negra, asesinatos, orgías sexuales y demás ritos sangrientos.
Está escrito: “Ved, Yo os pongo hoy delante bendición y maldición; la bendición, si cumplís los mandamientos de Yavé, vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy; la maldición, si no cumplís los mandamientos de Yavé, vuestro Dios, y, apartándoos del camino que Yo os prescribo hoy, os vais tras otros dioses que no habéis conocido”. (Dt. 11, 26-28).

También está escrito: “Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se dé a la adivinación, será muerto, lapidado; caiga sobre ellos su sangre”

Lo que ha ocurrido en Haití como consecuencia de la desobediencia a las leyes de Dios, se ha repetido a lo largo de la historia desde el principio de los tiempos. Recordemos algunos casos:

1) El Diluvio Universal: murió toda carne viviente, solo se salvó Noé y su familia.

2) Sodoma y Gomorra: la homosexualidad, la lujuria, la soberbia, la inmoralidad, la embriaguez, la ociosidad hicieron que el fuego descendido del cielo terminara con sus días.

3) La ciudad de Pompeya: sepultada por completo por la lava de un volcán con todos sus habitantes. Los historiadores no relacionan este desastre apocalíptico con un “castigo divino”, aunque los arqueólogos hayan encontrado en los restos que se han podido recuperar de las casas y mansiones, multitud de pinturas con temas pornográficos, pederastas y de homosexualidad que indican claramente su vida y costumbres. Sobran las palabras.

4) La catástrofe de la pequeña ciudad de Armero (Colombia): sepultó bajo un alud de lava y lodo provocado por un volcán (El nevado del Ruiz) a 20.000 seres humanos mientras dormían. Era el amanecer del 14 de noviembre de 1985, de Armero solo quedaba la historia y algunos supervivientes que recordaban la historia del sacerdote Pedro María Martínez… “¡Se trata de la maldición!” decían algunos en medio del dolor.Volvamos en el tiempo: 9 de abril de 1948 cuando las noticias informaban de los disturbios de la guerra civil (“el bogotazo”) una horda de violentos se acercó al templo de Armero y atacó al sacerdote, lo asesinaron a machetazos tras agredirlo primero y posteriormente arrastró su cuerpo hasta la puerta del cementerio, ninguno de los habitantes corrió en su auxilio, a pesar de los quejidos del sacerdote. Lo mataron porque en Armero se concentraba un cierto número de prostíbulos, y el sacerdote D. Pedro María exhortaba fuertemente al pueblo a la conversión y a la desaparición de la prostitución, de hecho varias prostitutas bailaron alrededor del cadáver y una multitud iba a asesinar a seis monjas que querían impedir la danza macabra. El Arzobispo del lugar declaró la parroquia en entredicho y excomulgó a los asesinos, fue el inicio de lo que se conoce popularmente como la “maldición de Armero” y del proceso de canonización del sacerdote mártir. Como dato curioso, el hombre que arrastro su cuerpo utilizando un carro de caballos, murió 8 días después en el mismo sitio, pateado, y arrastrado por el caballo que encabritado lo llevó por los mismos sitios que recorrió con el cadáver del sacerdote.

El día anterior a la erupción del volcán, se hallaba reunido un encuentro de sacerdotes de la Diócesis del lugar, y en el momento de la oración conjunta un sacerdote se puso de rodillas y pidió perdón por el pueblo armerita, vaticinando así una tragedia para sus habitantes: esa misma noche hizo erupción el volcán. Al año siguiente, S.S. Juan Pablo II visitó la zona, y aprovechando la ocasión se contrató un grupo de especialistas para tratar de ubicar la Cruz de Tierra Santa, sepultada bajo la lava y el lodo en el lugar donde quedaba el templo, pudiéndose comprobar que dicho símbolo fue encontrado en el centro del parque, en el mismo sitio donde fue hallado el cadáver del P. Don Pedro María.

5) Terremoto de Irán en 2003: 50.000 muertos.

6) El tsunami asiático ocurrido en la madrugada del 26 de diciembre de 2004 que asoló varios países de la región: (Sumatra, Indonesia, Tahilandia, Sri Lanka, India y las Islas Maldivias). Allí era donde se concentraba multitud de turistas procedentes de todos los países del mundo en búsqueda de placeres sexuales ilícitos, como la prostitución, pederastia, pornografía, homosexualidad, drogadicción, embriaguez, etc. Murieron 200.000 personas de 34 nacionalidades distintas, que estaban pecando sin respetar la fecha del Nacimiento del Salvador y Redentor Nuestro Señor Jesucristo. Murieron ahogadas bajo las olas de más de 10 metros de altura. Es conveniente decir que también murieron muchas víctimas totalmente inocentes.

7) El huracán Katrina que asoló Nueva Orleans: Katrina significa “pura” en griego. Llegó a la costa del golfo el 29 de Agosto de 2005, fiesta del martirio de Juan Bautista, profeta que predicó la necesidad de conversión ante la venida del Mesías. Murieron aproximadamente 10.000 personas y unos 500.000 afectados directos.

En muchos lugares de EEUU, sobre todo en las grandes ciudades, existen barrios negros con tiendas y almacenes que venden productos vudúes. Nueva York, Detroit, San Francisco, Los Ángeles y Seattle son algunas de las ciudades densamente pobladas de vudúes. Pero es NUEVA ORLEANS, la que continúa siendo la capital Vudú de Estados Unidos. No en vano se llama a esta ciudad “Sin City”, la ciudad del pecado, la capital de la música y la alegría y de hecho es una ciudad de pecado, con numerosos casinos de juego, 5 clínicas abortistas, y justo antes del huracán Katrina se estaba preparando un carnaval del “orgullo” gay. Todos los años se celebraba este festival orgiástico llamado el Southern Decadence (Decadencia Sureña) que iba a comenzar el 31 de Agosto y que duraría todo el fin de semana, era tal el grado de depravación de los organizadores que decían: “Haremos sonrojar hasta Sodoma y Gomorra”.

En 2004 contó con 125.000 participantes y duró una semana. Fueron practicados actos sexuales en lugares públicos, frente a la policía, la Municipalidad y el Concejo Deliberante. ¡La provocación fue filmada y la grabación entregada a las autoridades! Éstas no sólo no tomaron medidas, sino que promovieron otra semana de abominaciones para la edición del año 2005 –la 34ª– y se esperaban 150.000 participantes.

El “French Quarter” (Barrio Francés) de New Orleans, de antaño pintoresco y musical, se convirtió en centro de ocultismo y depravación moral. Los sourvenirs representativos de la ciudad pasaron a ser artículos relacionados con esas cosas.

Sin embargo… llegó el huracán Katrina: un día antes del comienzo de la fiesta, se rompieron los diques de la ciudad, y nadie se había acordado que una imagen peregrina de la Virgen de Fátima hecha por un artista portugués, lloró en Nueva Orleans en 1972, vaticinando proféticamente el destino trágico de la ciudad 30 años más tarde.

Que quede claro que este documento no pretende dogmatizar en cuanto a los juicios divinos sobre Haití, ni sacar partido de una denuncia propia de periodismo “amarillista” con tintes xenófobos o clasistas, en el que se regocija en las desgracias de los pecados de todo un pueblo.

Sin embargo, y ajustándonos a la realidad que perciben nuestros sentidos, nuestra inteligencia y nuestra memoria vemos claramente que una gran mayoría de habitantes de esta nación cambió las leyes de Dios por las leyes de Satanás.

Hay algunos “pensadores modernos” e “ingenieros sociales” que analizando estas catástrofes le echan la culpa a la herencia dejada por los colonizadores europeos, a los políticos, a las multinacionales, a la pobreza en la que se encuentran sumidos, o a la misma Iglesia…

Pues no, no y no, todo ser humano tiene una conciencia que le habla cada vez que el hombre planea sus actos, y todo ello se encuentra enraizado en las profundidades de la conciencia humana, aunque no se crea en Jesucristo, pero si el cuerpo que es el Templo del Espíritu Santo, lo contaminamos con toda clase de abominaciones, es lógico pensar que El Divino Espíritu, modelador de las almas se vaya de allí instantáneamente y su lugar lo ocupe Satanás, para desgracia suya y todo su entorno.

Nos merecemos todo lo que tenemos: nuestros gobernantes, nuestras leyes, nuestros políticos corruptos, la homosexualidad reinante en todas las sociedades, la pederastia, la prostitución, la drogadicción, los asesinatos mutuos de los matrimonios, el aborto, la piratería marítima, las enfermedades endémicas y pandémicas que son espejo de las plagas bíblicas. La tentación de Satanás ha triunfado como en el antiguo Paraíso, volvemos a escuchar las seductoras palabras de la antigua serpiente: “Seréis como Dioses”, y las hemos escuchado y llevado a cabo. El hombre al abandonar la gracia y bendición de Dios, deja las puertas abiertas a la actividad de las fuerzas poderosas de las tinieblas, la naturaleza misma se rebela ante la maldad sin límite de esta humanidad animalizada.

Mucha gente dice en estos días en relación al desastre de Haití: “¿Cómo puede existir un Dios que permita tanto mal, tanta muerte y tanta destrucción? Estos pobres hombres, no analizan donde radica el verdadero mal, y la causa de sus desastres y errores que nos conducirían irremediablemente -si Dios no interviene-, a la autodestrucción.

Se cumple para esta humanidad pecadora la frase célebre del filósofo ateo F. Nietzsche: “Dios ha muerto”, pero sabemos bien que aunque el filósofo se recreara en su soberbio ateísmo, la teología cristiana nos revela a un Dios vivo, que mora eternamente en los Cielos, y en los corazones de los hombres que le aman; en verdad Dios ha muerto… si, pero en aquellos corazones pecadores, donde sólo habitan sus vicios y maldades. Dios no nos abandona, le abandonamos a Él.

Guardemos una evocadora esperanza y un gran optimismo, encerrados en la Divina Misericordia de Jesús Nuestro Señor: La Conferencia Episcopal Haitiana, debería de instar a sus fieles, a las fuerzas políticas, militares y sociales a un autoanálisis de estos catastróficos eventos, de que vean una relación directamente proporcional sobre las costumbres sociales y religiosas con el reciente terremoto; de ver que sus habitantes no van por buen camino, que el pacto con Satanás hace 206 años condujo a una maldición cuyos frutos los tenemos en este terremoto, no se puede continuar así. Pero si hay un verdadero arrepentimiento y conversión y oración al Dios verdadero, es seguro que su infinita Misericordia hará que se renueve un pacto con Él, y la nación sea restaurada, amada, y rescatada de la miseria y el dolor con las bendiciones y prosperidades que Dios provee a todo aquel que se arrepienta y se convierta de corazón, Así lo prometió en Job. 22, 23-30:

“Si vuelves al Todopoderoso con humildad y alejas de tu tienda la injusticia; si arrojas el oro en el polvo y el oro de Ofir entre las piedras del torrente, entonces el Todopoderoso será tu oro, él será un montón de plata para ti. En el Todopoderoso estará tu deleite y levantarás tu rostro hacia Dios. Tú le suplicarás y Él te escuchará, y podrás cumplir tus votos. Si te propones algo, te saldrá bien, y sobre tus senderos brillará la luz. Porque Él humilla la altivez del soberbio pero salva al que baja los ojos. Él libra al hombre inocente, y tú te librarás por la pureza de tus manos”.

Hernando Rojas y Rojas
(Salamanca a 23 de Enero del año del Señor de 2010)

Fuente: Sursum Corda.
Visto en Devoción Católica.