sábado, 6 de octubre de 2012

SOBRE LA INÉDITA SEGUNDA PARTE DEL TERCER SECRETO DE FÁTIMA


Padre Gérard Mura

La crisis de Fe cuyos orígenes hemos estado analizando y que hemos comprobado como proveniente de los que detentan la autoridad eclesiástica, aparentemente no es otra cosa que el contenido de una segunda parte del Tercer Secreto, aún no publicada por Roma. A pesar de las categóricas declaraciones oficiales dadas en sentido contrario, es demostrable que existe una segunda parte del Tercer Secreto que hasta ahora no ha sido dada a conocer. Presentamos aquí un esbozo de la argumentación que apoya la certeza de nuestra afirmación.

En su IVª Memoria, Sor Lucía agregó a las palabras ya publicadas del mensaje de la Virgen María del 13 de julio 1917, la siguiente frase: “En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe, etc.” También en “etc.” Proviene de su pluma. Se supone, consecuentemente, que la continuación debería decir algo como: en muchos otros países cristianos no será éste el caso –y esto, debido al no cumplimiento de las exigencias de la Madre de Dios. De esta manera, la seria crisis de la Iglesia estaría anunciada.

El Padre Alonso, quizás el mejor conocedor de Fátima, asegura exactamente esto; afirma que esta frase de Sor Lucía es en realidad una frase del Tercer Secreto. Esta interpretación, a pesar de su poca popularidad, se había impuesto en cierta medida entre los teólogos de Fátima, hasta que se publicó oficialmente el Tercer Secreto el 26 de junio del año 2000. Sostenían esta posición entre otros: el Padre Martín dos Reis, el Canónigo Galamba, Monseñor Venancio (Obispo de Leiria, Fátima), Monseñor Amaral (Obispo de Leiria, Fátima), el Padre Luíz Kondor, el Padre Messias Dias Coelho y el mismo Cardenal Oddi. ¡Incluso Monseñor Luciano Guerra, rector del Santuario de Fátima, ha sostenido esta posición! También el conocido mariólogo Laurentin defendió esta tesis en 1997; sin embargo, evidentemente cedió ante las presiones de la Autoridad Eclesiástica, y la revocó. Esta opinión era defendida también por el sobrino de Sor Lucía, el Padre José dos Santos Valinho, salesiano portugués, en el libroReportage da Fátima” publicado en Roma en el año 2000 (antes del mes de mayo).

El texto publicado oficialmente como Tercer Secreto no cuadra, ni en la gramática ni en el contenido, con la mencionada frase acerca de Portugal. Es más, esta frase son palabras mismas de la madre de Dios. Sin embargo, en el texto del Tercer Secreto publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe no figura ninguna palabra de la Santísima Virgen; sólo contiene la descripción de una visión. Además, el 8 de febrero de 1960, cuando el Vaticano comunicó que no se publicaría el Tercer Secreto, declaro: “Probablemente, no se abrirá nunca la carta en la que Sor Lucía escribió las palabras que la Madre de Dios les confió como secreto”. ¿Dónde quedaron las palabras de la Virgen María?

 La crisis de Fe anunciada comenzó justamente en la fecha que la Virgen María había dado como plazo para la publicación del Tercer Secreto, es decir, 1960. Si le leen las cartas de Sor Lucía de esta época, resulta poco usual la forma en que advierte sobre una desorientación diabólica de la Fe, desorientación que ha hecho presa especialmente de las autoridades eclesiásticas. Así, aparecen frases como las siguientes en repetidas ocasiones: …como para prevenirnos contra estos tiempos de desorientación diabólica, para que no nos dejemos engañar por falsas doctrinas”. “!Y lo peor es que el diablo ha logrado inducir al error y engañar almas que tienen una grave responsabilidad debido al puesto que ocupan! Son ciegos, que guían a otros ciegos”. Es inconcebible que la tan obediente Sor Lucía hiciese tales reproches por iniciativa propia. Sin embargo, resulta muy natural, si el Tercer Secreto concierne el problema de una crisis de Fe de semejante envergadura.
  
¿Cómo es posible decir que Roma haya publicado sólo una parte del Tercer Secreto, siendo que se hizo público hasta la fotocopia del manuscrito? El Padre Schweigl nos da la solución de este enigma: el Tercer Secreto está compuesto de dos partes; evidentemente, de dos escritos.

“Sabemos que el Padre Schweigl, habiendo decidió viajar a Portugal para realizar allí una investigación minuciosa sobre Fátima, fue encargado por Pío XII de una misión secreta con respecto a la vidente. El 2 de septiembre de 1952 interrogó a Sor Lucía en el Carmelo de Coímbra. Aunque el Santo Oficio no lo autorizó a publicar este interrogatorio, a su regreso al Russicum, el padre Schweigl confió a uno de sus allegados que lo interrogaba acerca del Secreto: “No puedo revelar nada de lo que he sabido en Fátima acerca del Tercer Secreto, pero puedo decir que tiene dos partes: una concierne al Papa. La otra, lógicamente -  a pesar de que nada puedo decir – debería ser la continuación de las palabras: En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe”.

Con esto se demuestra que una parte del Tercer Secreto es exactamente lo que fue publicado por Roma en el año 2000, la que concierne aparentemente al Papa (aunque no exclusivamente al Papa). En cambio, la otra parte, concierne justamente a aquello que, con todo derecho, se espera aún conocer: la continuación de la mencionada frase sobre Portugal con referencia a la crisis de Fe. Nótese que el testimonio del Pare Schweigl es de los años 50, por lo cual en ningún caso podría tratarse de un montaje hecho con posterioridad.

El Cardenal Ratzinger, poco después de haber leído el Tercer Secreto, en 1984, concedió una entrevista al célebre periodista Vittorio Messori, que refuerza nuestra argumentación acerca de la existencia de dos partes. Citamos:
 
“¿Por qué no se publica?” –“porque, según el juicio de los Papas, no agrega nada a lo que un cristiano debe saber acerca de la revelación: un llamado radical a la penitencia, la gravedad absoluta de la historia, los peligros que amenazan la fe y la vida del cristiano, y por lo tanto del mundo, y la importancia de los últimos tiempos”.
 
Se trata entonces de una alusión a la inminencia de los últimos tiempos descritos en las Sagradas Escrituras, los que están relacionados con un doble peligro. Los peligros para la vida del cristiano están descritos en la parte publicada. Los peligros de la Fe de los cristianos estarían entonces, descritos en la segunda parte. El mismo Cardenal Ratzinger vuelve a mencionar esta división en dos partes:

“Estamos llegando al término; si no nos convertimos pronto, caeremos en la apostasía y moriremos en medio de terribles castigos que serán parte ya de esos cataclismos, guerras, hambrunas, persecuciones de los cuales Libros Santos anuncian la llegada al Fin de los Tiempos”.

Existen todavía más argumentos para afirmar que hay dos partes. En efecto, podría objetarse: ¿Por qué siempre se ha oído de un escrito, si son dos? ¿No existen, acaso, claras alusiones acerca de la existencia de dos escritos? Sor lucía, el 9 de enero de 1944, escribió a monseñor Da Silva, obispo de Leiria-Fátima, al mandarle el texto del Tercer Secreto: “He escrito lo que usted me había pedido; (…el texto) está en un sobre sellado, y en el cuaderno de notas…”. Evidentemente, el Obispo le había propuesto antes, a través del Canónigo Galamba, escribir el Secreto, ya sea en un cuaderno de notas espirituales, ya sea ponerlo por escrito en un sobre sellado con cera. Aparentemente, Sor Lucía decidió hacer ambas cosas, poniendo la parte más importante del Secreto en un sobre sellado.
 
Una primera parte, entonces, describe la visión; en cambio, la segunda parte contendría la explicación de la visión, dada por la Madre de Dios, o sea, palabras de la Virgen María. De igual modo, también el Segundo Secreto contiene dos partes: primero, la visión del infierno; y luego, un mensaje de la Santísima Virgen, con sus propias palabras, que explica la visión y propone medios concretos de salvación: “Habéis visto el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado…”. En cuanto al Tercer Secreto, el texto recientemente publicado por el Vaticano correspondería a la descripción de la visión. Quedaría por conocerse lo siguiente: el mensaje de Nuestra Señora con la continuación de sus propias palabras: “En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe, etc.”, la explicación de por qué un castigo tan terrible como la apostasía a nivel mundial y la proposición de medios de salvación. Se aclaran entonces una serie de contradicciones en torno al Tercer Secreto: se trata, según distintos testimonios, incluido el del propio Cardenal Ratzinger, de una carta. El texto publicado, sin embargo, ciertamente no es una carta: no está dirigida, ni está firmada, lo cual Sor Lucía no omite en sus cartas. Además, otros testimonios hablan de una hoja de papel con 25 líneas de texto. Sin embargo, lo publicado por el Vaticano es un texto de 4 páginas con unas 60 líneas escritas.

Andrew M. Cesanek acaba sus investigaciones sobre la cuestión de un doble documento en los siguientes términos:
 
“Como conclusión resulta que se evidencia con una abrumadora claridad la existencia de dos documentos. El primer documento está compuesto por cuatro páginas de papel y contiene 62 líneas de texto, las cuales fueron copiadas del cuaderno de notas de Sor Lucía (que no está escrito como carta), y que describen una visión, la cual ha sido contemplada por los tres niños de Fátima. No contiene ninguna palabra de la Santísima Virgen. Este texto ha sido escrito por Sor Lucía el 3 de enero de 1944, y ha sido entregado al Santo Oficio el 4 de abril de 1957; el Papa Juan Pablo II lo leyó el 18 de julio de 1981. Este documento se ha guardado en el Santo Oficio y fue publicado por el Vaticano el 26 de junio del 2000.

El otro documento es una carta de una página que contiene 25 líneas, con las propias palabras de la Santísima Virgen. Este texto ha sido puesto por escrito por Sor Lucía el 9 de enero de 1944, o muy poco antes; el 16 de abril de 1957 fue entregado al Santo Oficio, y fue leído por el Papa Juan Pablo II en el año 1978, moviéndolo a realizar la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María el 7 de junio de 1981. Este texto se mantiene en custodia en los aposentos del Papa al lado de su cama, y hasta el día de hoy no ha sido publicado por el Vaticano”.

La crisis de fe a la cual alude el Tercer Secreto comenzó a gestarse, como ya se ha mencionado, hacia 1960 con la convocatoria del concilio Vaticano II. ¡Qué advertencia especial hay en esta decisiva fecha de Fátima del 13 de octubre de 1962!
 
Podemos mencionar todavía que justo siete años después, de nuevo un 13  de octubre, otra obra comenzaba. El lunes 13 de octubre de 1969 el Arzobispo Marcel Lefebvre inició en el recién fundado seminario sacerdotal Convict International St. Pie X, en Friburgo (Suiza), las clases de Filosofía y Teología. Esta obra, germen de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, fundada el 1º de noviembre (Fiesta de Todos los Santos) de 1970, según todas las exigencias del Derecho Canónico, estaría llamada a contribuir, en el espíritu de Fátima, a superar las secuelas de la errada orientación del Concilio Vaticano II.

  Padre Gérard Mura, "Fátima Roma Moscú", ediciones San Pío X, año 2005. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario