lunes, 18 de noviembre de 2013

MILAGROS Y PRODIGIOS DEL SANTO ESCAPULARIO DEL CARMEN - 19


SE APARECE UN ALMA DEL PURGATORIO Y DEPONE COMO TESTIGO CALIFICADO SOBRE LA VERDAD Y UTILIDAD DE ESTA SANTA INDULGENCIA SABATINA 

En la ciudad de Barcelona, nos dice el doctísimo Daniel de la Virgen María, murió por el año 1620 la Srta. Catalina Bosser, doncella muy devota y recogida, y luego de transcurridos cuatro meses se apareció a una prima suya, llamada Magdalena Nicolás. Esta última, muy medrosa y timorata, después de grandes sobresaltos y pavorosos miedos, concediéndole Dios la gracia que da en semejantes casos para no dejarse alucinar ni seducir del enemigo, con gran paz de conciencia tuvo la dicha de recibir la visita o aparición de su prima Catalina, la cual le manifestó que llevaba ya cerca de cinco meses sufriendo horribles tormentos en las llamas expiatorias del Purgatorio, por ciertas mandas y promesas que había dejado de cumplir en vida, rogándole le ayudase con sus oraciones y caridades a salir cuanto antes de aquel fuego abrasador. 

Tomó desde luego a su cargo, la piadosa doncellita Magdalena, el cumplir por su querida prima todo cuanto le había revelado en la visión, y cuál no sería su asombro cuando al cabo de seis días se le volvió a aparecer para darle las gracias por su caridad y diligencia en socorrerla. Magdalena, más respuesta ya de sus sustos y sobresaltos anteriores, interrogó a su prima por el estado en que se encontraba una hermana suya, que hacía pocos días que falleciera en Cerballón. Con inmenso júbilo le respondió la prima que el alma de su hermana había volado al cielo el sábado inmediato a su fallecimiento, por virtud del privilegio sabatino, que como fervorosa cofrade lograra merecer. Y añadió después: Vos, hija mía, tomad y llevad con fervor el Santo Escapulario, pues yo no lo llevaba y por esto me he visto en tan grandes tribulaciones e indecibles tormentos. Dichosos, hija mía, aquellos que le visten, pues es gran verdad que por los ruegos e intercesión de María Santísima vuelan las almas de sus cofrades al cielo en el primer sábado después de su muerte. 

Quedó consoladísima Magdalena con esta aparición, y tan inflamada en santo ardor y celo por la devoción y el culto a la Virgen Santísima del Carmen y a su bendito y milagroso Escapulario, que fue el mayor apóstol en sus tiempos de esta devoción. Manifestó después Magdalena, al Ordinario, estas apariciones, el cual, luego de examinar su santa vida y seriedad y caridad ardiente, que hacían piadosamente creíbles sus afirmaciones, interpuso su jurídica autoridad y permitió que se imprimiesen en Barcelona estos hechos o apariciones para gloria y alabanza de nuestra Madre dulcísima del Carmen, que así se digna favorecer a sus devotos. 

Milagros y Prodigios del Santo Escapulario del Carmen 
por el P. Fr. Juan Fernández Martín, O.C.